Ello significa que los aficionados pueden ser sancionados por quemar la bandera de España o pitar el himno nacional, entre otras actitudes de índole violenta. Según publica el bodeguero Javier Álvarez se le insta, además, a retirar cualquier utilización de esta promoción en redes sociales por considerar que esta forma de utilización del cuerpo de las mujeres como reclamo favorece a la perpetuación de las actitudes discriminatorias.