A fines de la década del 40 aparece uno de los jugadores más exquisitos que vistió la camiseta de Atlético, Armando Benavidez, «el patón» o «el doctor del fútbol» como la bautizó en aquellas épocas la revista El Gráfico. Su amor por ellos se había construido sobre una historia compartida que ahora sabía que no era cierta. “Un señor que tiene ahora 80 años, si se le va a condenar por lo que hizo cuando tenía 40, ya no es la misma persona, se está metiendo en la cárcel a alguien que no es la misma”, me dijo Conde-Pumpido, el ex fiscal general.