La lleva por la calle, duerme con ella, sueña con ella y aprende a dominarla con cualquier parte del cuerpo jugando entre los coches, haciéndola rebotar en las esquinas, huyendo por entre la gente cuando la policía irrumpe en esos partidos espontáneos que convierten la calle en un escenario. Alfredo Di Stéfano había nacido en el barrio de Barracas, que es la boca de la Boca, barrio mayor, orilla del mar, puerta de los emigrantes a Buenos Aires, una ciudad que es un continente entero.