El Rojo entró a la Copa Libertadores 1987 ganando la Liguilla Pre-Libertadores, luego de superar en la final a Boca en La Bombonera por 2-1, con un gol en propia puerta y otro de Bochini. Bochini fue el ídolo máximo de Maradona en su juventud, y en ese entonces se dio el gusto de jugar con su «maestro» por primera vez.