Además, cuentan con una banda lubricante que desaparece cuando ya no puedes obtener el mejor afeitado. Registrar la marca le costó 160 euros, y lo que empezó con un cabreo en las redes sociales ha acabado ya con 600 camisetas vendidas y más de 7.200 euros facturados. A la espera de que la Justicia actúe, pues en la Moncloa es evidente que le encubren, la pregunta es: ¿reaccionarán la mayoría de los medios ahora que ya no les pueden chantajear, pues ha terminado el Mundial?