Sabían que era posible solo con el aporte y esfuerzo de todos los socios de Independiente. Se priorizó la compra definitiva de este terreno para permanecer en el mismo sitio que los acogía desde 1911, pero las condiciones de los propietarios fueron inaceptables y el monto pedido era impagable, con lo cual quedó firmada la sentencia de desalojo. Las espectaculares atajadas de Emiliano Martínez en la tanda decisiva han quedado en segundo plano, todo a raíz de la icónica frase con la que Lionel Messi zanjó su discusión con los neerlandeses.