De lo contrario, acabarás haciendo cosas forzadas, que no funcionan las mires por donde las mires, como cuando hace un lustro le dio a tanta gente por llevar media camisa por dentro y medio por fuera. Puede que te suene a broma, pero si te has puesto delante de él a hacerte pruebas de vestuarios, sabrás perfectamente a lo que nos estamos refiriendo cuando te recomendamos que «escuches» a la camisa.