Años después en la década de los 90 cuando entrenaba al Barça, era normal ver a los jugadores entrenar equipados con la ropa de la marca patrocinadora del club, la italiana kappa, mientras el observaba las evoluciones de sus pupilos con su propia marca deportiva. Aquella selección era muy divertida. Pese a que durante muchos años la Celeste utilizó el rojo como color alternativo, antes del Mundial 2010 los jugadores pidieron volver al blanco y, desde entonces, se mantuvo la tradición, que seguirá en Qatar.